Aunque 1 de cada 2 hombres enfrentará algún problema de salud mental a lo largo de su vida (según datos de la OMS y del Instituto Nacional de Estadística), pocos recibirán un diagnóstico o tratamiento. Esto no se debe a una falta de recursos, sino al estigma que relaciona pedir ayuda con ser “débil”. Esta percepción está en conflicto con las expectativas sociales que exigen que los hombres sean fuertes, estoicos e independientes.
Este estigma explica por qué el 35 % de los hombres en España afirma que no habla de su salud mental, alegando que han aprendido a “aguantar” o que “no quieren ser una carga para los demás” (según datos del Ministerio de Sanidad). Más preocupante aún, muchos reconocen que solo buscarían ayuda si tuvieran pensamientos suicidas.
Este problema se agrava al saber que el 75 % de los suicidios en España son cometidos por hombres (INE, 2022). Esto refleja no solo que muchos no actúan a tiempo, sino también que, incluso teniendo pensamientos suicidas, a menudo no logran superar el estigma para buscar ayuda.
El estigma a lo largo de la historia y en la cultura
El estigma entorno a la salud mental masculina tiene raíces históricas profundas. Durante la Guerra Civil Española y las guerras mundiales, los soldados sufrían de lo que entonces se llamaba “neurosis de guerra” (hoy trastorno de estrés postraumático), pero rara vez pedían ayuda por miedo a ser considerados débiles.
Culturalmente, en España todavía persisten modelos que asocian la masculinidad con la represión de las emociones. Estos estereotipos se ven reforzados por representaciones mediáticas como el arquetipo del “hombre fuerte y silencioso” popularizado en la literatura y el cine.
Estrategias para apoyar la salud mental masculina en el entorno laboral
Las empresas pueden desempeñar un papel fundamental en la lucha contra el estigma y el apoyo a los hombres en su salud mental. Algunas estrategias efectivas incluyen:
1.Reducir el estigma: Ofrecer formación a equipos y líderes para identificar señales de problemas de salud mental, como irritabilidad, agotamiento o enfado.
2.Fomentar conversaciones abiertas: Promover una cultura empresarial donde los líderes y directivos compartan sus propias experiencias, normalizando las discusiones sobre salud mental.
3. Proporcionar servicios adaptados: Incorporar opciones anónimas (por teléfono u online) y utilizar un lenguaje menos médico al promocionar estos servicios.
Adoptando estas prácticas, las empresas pueden ayudar a los hombres a superar expectativas sociales injustas y a encontrar un espacio donde puedan ser auténticos y vulnerables.
Fuentes de información
• 1 de cada 2 hombres enfrentará problemas de salud mental: Datos de la OMS y el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre la prevalencia de problemas de salud mental.
• 35 % de los hombres no hablan sobre su salud mental: Según informes del Ministerio de Sanidad y estudios de la Fundación Española para la Salud Mental.
• 75 % de los suicidios en España son cometidos por hombres: Datos del INE y el Observatorio del Suicidio en España.